Hace mucho que no escribía un artículo de opinión. Tenía ganas de dedicarle algo de tiempo a hablar del hobby y de los personajes que en él habitamos. Hoy voy a dedicar este artículo al coleccionista completista. Qué opino y si realmente tiene sentido serlo.
¿Qué es el completismo?
Cuándo hablamos de completismo o de coleccionista completista, nos referimos a esa persona cuyo objetivo número uno es completar una colección. Alguien completista de figuras de Las Tortugas Ninja, es aquella persona que intenta tener toooodas las figuras de Las Tortugas Ninja. Sencillo, ¿no?
Y no, no valen excusas como «soy completista pero es que me gustan todas las figuras«. Ser completista significa que vas a comprar cualquier figura que saquen para completar la colección por horrible que te parezca.
No le ha sentado bien el paso del tiempo
Muchos empezamos en el coleccionismo por nostalgia, con las líneas vintage. Recuperar esas figuras de cuando éramos niños. Y, ahora que somos adultos e independientes, agenciarnos aquellas que nunca tuvimos. Incluso, por qué no, tener toda la colección entera. No hay mejor manera de hacer infinitamente feliz a tu niño interior de hace 30 años. He aquí donde aparece ese sentimiento completista por primera vez.
Pero ese interés en completar una colección se ha vuelto un poco en nuestra contra. Este hobby ha cambiado mucho. Las colecciones de antes eran muy simples, solo tienes que completar las X figuras que la componen. Ahora hay colecciones brutales que no te quieres perder, pero es algo más complicado entender cómo funcionan.
Es habitual escuchar hablar de figuras exclusivas, tanto de convenciones, como de tiendas, ediciones limitadas o variantes de todo tipo. Las marcas exprimen al máximo sus colecciones sacando figuras que en muchas ocasiones carecen de sentido. Y es aquí donde el completismo te puede jugar una mala pasada. El tiempo me ha enseñado que no vale la pena estar al servicio de nadie, y ante sus lanzamientos absurdos (desde mi punto de vista) hay que aprender a decir que no. Te aseguro que tu vida como coleccionista va a ser mucho más sencilla.
Es el mercado, amigo
Pese a que coleccionar figuras modernas es un dolor de cabeza, sigue habiendo completistas. Y es normal. El mercado y las marcas hacen las cosas muy bien (o muy mal) para crear esa necesidad, usando algunos ganchos que funcionan a las mil maravillas:
El efecto FOMO: Palabro muy de moda y que viene del inglés: fear of missing out. Se puede aplicar a mucho ámbitos, pero en el coleccionismo de juguetes, sería el miedo a quedarse sin una figura. ¿Realmente es tan importante? Entiendo que en ciertos casos quieras tener una figura por algún motivo especial, pero si esto es lo que sientes ante cada lanzamiento, creo que «Houston, tenemos un problema«.
En busca del grial: Otro tema es el de los inversores. «Coleccionistas» que no quieren dejar pasar una figura por si sube de precio, o es el siguiente «santo grial», ese término que cada día odio más. Alguna vez me han comentado: «¿Y si lo dejas pasar y mañana vale el doble?». Bueno, si no lo he comprado por el precio de lanzamiento, ¿Porqué debería comprarlo por el doble? No tiene ninguna lógica. Como coleccionista, compro algo para que se quede en mi colección, no para venderlo el día de mañana. Pero cada vez veo más coleccionistas que pertenecen a este team.
Coleccionismo elitista: Cuanto más difícil, más limitada y más cara es una figura, hay ciertos coleccionistas que se ponen más cachondos. Y no lo digo yo, se lo he leído a más de uno en redes. Que su colección es más especial, que está a otro nivel… Respeto todas las opiniones, pero creo que esto se acerca mucho al clasismo, aplicado al coleccionismo.
Tu colección siempre será la más especial, tangas lo que tengas. Al fin y al cabo es la única que puedes disfrutar todos los días de tu vida, no la del vecino. A partir de aquí, que cada uno se monte la película que quiera. Pero hay que saber que esta sensación de escasez, de pieza limitada, etc. solo es un invento de las marcas para hacerte sentir un elegido. Aunque realmente, solo intentan vender algo por encima de su valor.
Seguramente a parte de éstos, hay más ganchos que no he nombrado y que las marcas usan para intentar pescar en nuestros bolsillos. Lo importante es que tengas muy claro que si compras algo es porque te apetece, no por ningún intento de imponerte nada.
Entonces, ¿Tiene sentido ser completista?
Hay casos en los que el completismo tiene todo el sentido. Por ejemplo, los coleccionistas de cromos. Su objetivo principal es completar el álbum, ¿no crees?
Hablando en general, no veo nada de malo en ser completista. Sobre todo con las líneas vintage, donde no hay mucha trampa. El problema lo veo con las colecciones de hoy en día y todas las chorradas que sacan. Económicamente es una ruina, y es atarte a algo que en algunos casos no tiene sentido.
Lo que está claro es que no hay nada escrito sobre cómo coleccionar. Solo digo que hay que hacerlo con cabeza y ver si ponerte el objetivo de tener todas las figuras, realmente merece la pena. Por mi experiencia te diría que, excepto casos especiales, no lo vale para nada.
Qué bueno este artículo, no es el punto de vista que esperaba, porque soy ajeno a todas las colecciones modernas, sólo hago cosas antiguas de los 80 y 90 (bueno, alguna cosilla de otras décadas también tengo). Es por eso, que para mí, el completista es el que colecciona los juguetes lo más enteros posible: con todos sus accesorios o partes, con la caja y las instrucciones, si puede ser, y, en segundo lugar, que va a por todo lo que hay. Entonces ya había convenciones, mail aways y demás, pero no tanto como ahora.
El fenómeno actual de colecciones interminables y de lanzamientos sin sentido (incluidos todos los crossover de dos licencias) me deja bastante indiferente. En estos juguetes nuevos, el concepto «que incluya todos sus accesorios» no tiene sentido, porque, muchas veces, ni se saca la figura de la caja. Por supuesto que están todos completos, nadie ha jugado con ellos.
Saludos,
Juan
Hola Juan,
Comparto lo que dices. Casi que podríamos definir niveles de completismo. Por figuras, colecciones, franquicias, marcas, etc. Las posibilidades son infinitas. Pero bueno, la intención del artículo es usar ese concepto en el más amplio de los sentidos. Y ver como las marcas se aprovechan de ese sentimiento para vender cosas que de otra forma sería imposible.
Simplemente intento normalizar que no se puede tener todo. Solo deberíamos coleccionar aquello que nos llene realmente y pasar del resto. Evitar el comprar por comprar, que creo que defines muy bien en tu segundo párrafo.
Sobre todo intento llegar a coleccionistas más noveles, que tal vez no tengan tan claras las cosas. Los que ya llevan mucho tiempo, generalmente, ya saben muy bien lo que quieren y lo que no 😉
Gracias por tu comentario, es un aporte muy enriquecedor.
Un saludo.
¡Buenas! Gran blog y grandes artículos como siempre, gracias; al respecto del tema tratado, así por encima se me ocurre (es que esto da para mucho):
– El adicto: Tiene como vicio la colección y conseguir cada una de las piezas le provoca un placer momentáneo que tampoco dura mucho y necesita más
– El que puede: Dado su nivel de vida puede tener lo que le de la gana y no le cuesta adquirir cualquier pieza
-Los que tratan de contenerse (yo estoy aquí): Trata de seguir toda la colección hasta que se da cuenta que algunas cosas son tomadura de pelo,se relaja y empieza a ser más feliz, incluso valora deshacerse de algunas de sus piezas ya adquiridas y quedarse con lo que realmente le llena
En fin, tampoco me tomeis en serio, solo queria hacer un comentario así superficial, jeje, ¡saludos!
Alfredo, cualquier opinión es bienvenida, aquí se toma a todo el mundo en serio 😀
Efectivamente, el tema da para un libro. Pero me quedo con lo que dices: «Trata de seguir toda la colección hasta que se da cuenta que algunas cosas son tomadura de pelo, se relaja y empieza a ser más feliz».
Es justo lo que quiero reflejar en el artículo. Quién quiera comprarlo todo y esté seguro de lo que hace, adelante, cero problemas. Pero el tiempo a mí me ha enseñado justo lo que dices. Tener límites y saber muy bien lo que quieres, es lo que te hace feliz. Tener la libertad de decidir, esto sí, esto no.
Así es como lo veo yo.
Un saludo.