Cómo comenté en la primera parte de esta serie de artículos, empecé en esto del coleccionismo por casualidad. Desde el primer momento, supe que no sería algo pasajero, y por eso intenté hacer las cosas usando el sentido común.
Una de las primeras cosas que me planteé fue cómo conseguir aumentar mi colección. Todos sabemos que tenemos las páginas de subastas a nuestra disposición, pero buscaba algo alternativo.
La primera idea fue rastrear todas las jugueterías antiguas que tenia cerca en busca de juguetes vintage. Una gran idea si no fuera porque esta iniciativa la tuvieron cientos antes que yo. Fue increíble escuchar una y otra vez la frase: «Tenía varias cajas, pero hace unos meses vino un chico de Barcelona que se lo llevó todo». Todo apuntaba a que mis inicios cómo coleccionista, coincidieron con el despertar de la nostalgia de muchos.