Una de las opciones más divertidas es hacer del coleccionismo una especie de juego, donde el objetivo es conseguir la siguiente pieza de tu colección y no tomárselo como una obligación o necesidad.
Como todo juego sus objetivos deben ser realizables y dependiendo de su dificultad, resultará más o menos entretenido. La ventaja es que ese nivel de dificultad lo define el propio coleccionista, adaptando así el juego a sus necesidades.
Todo esto suena muy bien, pero hay que tener en cuenta un detalle, la oferta. Todo coleccionista de figuras necesita que éstas estén en el mercado para poder obtenerlas y la ya pasada celebración de la navidad es un momento ideal para poder ir a las principales cadenas de juguetes y hacerte con algunas de ellas, ya que las estanterías están repletas. Pero, ¿qué pasa el resto del año? Leer más