Hace unos días me pasé por el típico bazar de barrio. Iba buscando unas maderas para un proyecto que tengo en mente pero hubo algo que me llamó la atención. Fue una caja con un montón de sobres sorpresa de Las Tortugas Ninja. Era la primera vez que veía algo parecido, así que me llevé 3 sobres. Uno para guardar y uno para cada uno de los peques, que si no tiene cada uno el suyo, tenemos lío en casa. Así que aquí va un comentario rápido sobre estas figuritas sorpresa de Las Tortugas Ninja.
Sobres sorpresa sin licencia
Estos sobres de los que os hablo no son productos oficiales. Son 100% «chinorri«. No encontraréis ningún tipo de logotipo oficial, ni nada que se le parezca. Pero bueno, es algo normal si tenemos en cuenta que cada sobre te sale por 2€.
En la portada es curioso que aparezcan las tortugas de 2012, las de Nickelodeon. No son la versión más actual, ni tampoco la más popular, si la comparamos, por ejemplo, con la versión clásica de los 80/90.
Teniendo en cuenta todos estos detalles, la verdad es que la cosa no pinta nada, pero que nada bien. ¿Que habrá dentro del sobre?
Una figura y tres cartas
Aunque las expectativas estaban por los suelos, confieso que, aun así,a el contenido del sobre me pareció decepcionante. Contiene una figurita y 3 cartas.
Las cartas no están del todo mal. Tienen una imagen chula de un personaje del universo de Las Tortugas Ninja, en su versión dibujo animado clásico. A mí me han salido Casey Jones y Leatherhead. El problema es que las 3 cartas son idénticas. Intentan emular la típica tarjeta de un juego de cartas coleccionables, rollo Pokemon. Con sus valores de ataque, defensa y tipo de carta. Pero bueno, si no eres un amante de los JCC sirven de bastante poco, a parte de que tienen errores ortográficos garrafales.
La figura en cambio, no hay por donde cogerla. Es desproporcionada, delgaducha y fea; no han acertado ni con las armas ni con los colores del personaje. Un auténtico desastre, pero bueno, al menos se parece a una Tortuga Ninja. Visto lo visto, eso ya es un gran paso.
Confieso que a veces me gusta tener este tipo de figuritas para repintarlas. Pintar es algo que me relaja, y este tipo de producto tan barato me sirve para estar un rato entretenido. Ya lo he hecho alguna vez con figuritas antiguas de PVC de la marca Yolanda. Y la verdad que no quedan del todo mal. Pero estas figuras sorpresa me gustan tan poco, que creo que no me servirán ni para esto.
Creo que solo hay un tipo de coleccionista al que le puede interesar este tipo de figuras: El coleccionista de bootlegs. Para el resto, si te pica la curiosidad, mejor que ni te acerques.